14/07/2022.- Los afectados se han reunido con representantes de la Generalitat para abordar el proyecto energético que amenaza los cultivos y el empleo agrario en Viver.
La Cooperativa de Viver y la Comunidad de Regantes San Francisco de Paula mantuvieron ayer sendas reuniones con representantes de las secretarías autonómicas de Política Territorial y de Agricultura para abordar el proyecto del macroparque fotovoltaico que se pretende instalar sobre más de 100 hectáreas de cultivo en Viver, lo que supone la eliminación del 7% de la agricultura local y el 15% de las infraestructuras de riego que abastecen los campos, además de generar un grave impacto ambiental al ocupar ambos lados de la Vía Verde de Ojos Negros.
El Director y el Presidente de la Cooperativa de Viver, Fernando Marco y David Carot, respectivamente, y el Presidente de la Comunidad de Regantes San Francisco de Paula, Francisco Molina, compartieron mesa en un primer encuentro con la Secretaria Autonómica de Política Territorial, Urbanismo y Paisaje, Inma Orozco; la Directora General de Política Territorial y Paisaje, Rosa Pardo; y la Jefa de Servicio de Infraestructura Verde y Paisaje de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Ana Prades.
La reunión se desarrolló en un clima de entendimiento en el que se puso de manifiesto el valor de la agricultura en Viver como motor socio-económico y de crecimiento futuro, no solo cuanto a producción agroalimentaria sino también como generador de un turismo de calidad vinculado al mundo rural, el cual necesita un espacio lo menos industrializado posible.
La Cooperativa de Viver y la Comunidad de Regantes San Francisco de Paula se muestran “esperanzados” ante la disposición de la Secretaría Autonómica de encontrar soluciones al conflicto provocado por el proyecto del macroparque, que estriba exclusivamente en la elección del emplazamiento elegido por la promotora mercantil Proyecto Fotovoltaico Aicrum-1-SL. Dicha ubicación, según las partes afectadas, ha sido determinada sin un análisis real y exhaustivo de su impacto a nivel económico, social y ambiental y sin participación pública, lo que no solo provocaría la pérdida de explotaciones agrarias en plena producción sino también una pérdida significativa de empleo e ingresos locales y, en consecuencia, un freno al crecimiento de la población local.
Los representantes de ambas entidades se han reunido posteriormente con el Secretario Autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, Roger Llanes, para evaluar la situación y tratar de obtener apoyo a favor de los intereses comunes del sector agrícola de Viver, cuyo valor directo asciende a cerca de 6 millones de euros anuales, lo que supone un promedio de 4.125€ anuales por hectárea. La zona que pretende ocupar el macroparque, con la dotación de agua existente y la gestión adecuada, podría producir 103 toneladas de nueces y 269 toneladas de almendras, lo que se traduciría en 789.000 euros anuales, casi un 90% más de los beneficios que augura a los propietarios el proyecto fotovoltaico, en manos de un fondo de inversión británico.
Alegaciones al emplazamiento del macroparque fotovoltaico
La Cooperativa de Viver y la Comunidad de Regantes San Francisco de Paula habían presentado anteriormente un compendio de alegaciones ante la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo como parte de las acciones para evitar la implantación de un proyecto que consideran un “contrasentido” al intentar sustituir una actividad económica consolidada y positiva para la población por una gran instalación eléctrica sin beneficios a nivel local.
En dichas alegaciones, ambas entidades, responsables de que la agricultura en la zona sea un modelo de éxito, defienden que el proyecto ha sido “ideado, redactado y propuesto para su aprobación con un desconocimiento muy profundo de la realidad territorial y socioeconómica del lugar donde pretende implantarse. Desconocimiento que tampoco ha sido suplido con un estudio ambiental, socioeconómico, territorial y del planeamiento local, con el mínimo rigor exigible”, pues incluso se llega a decir que el cultivo principal en la zona es cereal de secano, cuando son olivar y almendro.
Desde la Cooperativa de Viver y la Comunidad de Regantes San Francisco de Paula advierten de que, si se autoriza finalmente esta instalación fotovoltaica, se “estará coartando el futuro y empobreciendo a Viver, a una de las pocas experiencias de éxito de la agricultura en el interior de la Comunitat Valenciana”, lo que a su vez contraviene “el espíritu de la Ley de Estructuras Agrarias de la Comunidad Valenciana y de la política de la GVA contra la despoblación.”
Viver, modelo de éxito agrario
Viver es la orgullosa excepción dentro de un mundo agrario en constante decadencia. Mientras la agricultura valenciana ha descendido el 15,1%, el sector agrario ha crecido en Viver el 4,1% en superficie neta, y además lo ha hecho con una modernización absoluta al transformar el secano en regadío, con un incremento este último de un 163,3% hasta alcanzar las 490 hectáreas, según datos del Instituto Valenciano de estadística (IVE).
La comercialización de las producciones agrarias en torno a la Cooperativa de Viver, entidad clave en el desarrollo económico local y comarcal en los últimos años, refleja el incremento progresivo del valor de las principales cosechas (olivo, almendro, nogal y viña), las cuales han generado casi 2,3 millones de euros directos en 2021, un 139% más que en 2005. Paralelamente, las contrataciones en el sector agrícola en Viver también son una muestra de esta excepción al haber aumentado un 2,1% entre marzo de 2021 y marzo de 2022, según cifras del Portal d’Informació ARGOS de la Generalitat Valenciana, elaborados conjuntamente con los servicios públicos de empleo, en contraposición al descenso de contratos agrícolas registrados a nivel provincial y autonómico.
Tanto la Cooperativa de Viver como la Comunidad de Regantes San Francisco de Paula inciden en que no es una postura contra las energías renovables, sino contra la ubicación que se plantea para este macroproyecto fotovoltaico al suponer la eliminación de cultivos en producción y parte de la red de riego habiendo otros espacios baldíos disponibles para su instalación. De hecho, desde la Cooperativa de Viver, junto con Oppidum Energía, han puesto en marcha una Comunidad Energética Local que ubicará próximamente paneles solares en los tejados de algunas casa y edificios de Viver para promover el autoabastecimiento de energía entre los vecinos del municipio.